“Siempre estamos cantando. En casa, en la calle, donde sea. Es como una forma para comunicarnos”
Paula Recio Oliver
Un nombre improvisado pero adaptado de manera sublime define a este trío de jóvenes músicas y cantantes. “Las chicas del pelo rizado” o “The Curlies” junto a piano, guitarra y chelo conforman uno de los tríos jóvenes más prometedores y con más proyección del momento.
El lugar de encuentro, idílico. Piera mantiene aún hoy un encanto propio y característico: casas adosadas con portones de madera y suelo pedregoso nos envuelven, transportándonos a tiempos pasados. Como si en algún momento el reloj se hubiera parado, guardando entre sus minutos y segundos trazos de los antepasados de los habitantes entremezclados con la modernidad. Al fondo, en la “Plaça del Peix”, un escenario. Una casualidad, quizá fruto del destino o de la elección, nos hace escoger ese lugar para realizar la entrevista. Y es que ese escenario ha visto dar los primeros pasos del trío como artistas.
Las hermanas Escudero, en representación del grupo, se acomodan con las piernas entrecruzadas en el suelo de madera, pacientes y con cierto nerviosismo ante las preguntas. Ilona, la “más pequeña”, esconde las manos dentro de su sudadera para protegerse del frío. Es difícil diferenciarlas, pero rápidamente se percibe un rasgo definitorio: Maria toma el mando de la conversación y nos lleva a su infancia “Empezamos a cantar muy pequeñas, pero mucho. Mirábamos películas de Disney y ya cantábamos”. En este instante, dos sonrisas melancólicas aparecen en sus caras.
Tras nosotras, una hilera de grandes ventanales dejan entrar la luz del sol al atardecer. Son las cinco de la tarde. Entre risas, las hermanas explican el inicio de su grupo “The Curlies fue un nombre bastante improvisado. Teníamos que elegir uno para La ruta dels músics y sin tiempo y mucha presión lo escogimos porque las tres tenemos el pelo rizado”.
“Teníamos que elegir un nombre para La ruta dels músics y sin tiempo y mucha presión lo escogimos porque las tres tenemos el pelo rizado”
Con un leve tintineo en los dedos que cesa cuando empieza a hablar, Maria nos cuenta que, a pesar de que el grupo empezó siendo un trío diferente con Jana y otra componente, para ella siempre han sido las tres, siempre han sido The Curlies. “Lo otro no duró siquiera. Para mí es como si hubiéramos sido siempre nosotras”. Hay tacto en las palabras que pronuncia y da la sensación que está pensando en su hermana. La conexión entre las dos, que había estado presente desde el primer minuto, se percibe también en sus palabras.
María e Ilona provienen de una familia de músicos y se han criado durante toda su vida entre canciones, partituras e instrumentos. “Creo que no hay nadie en nuestra familia que no toque”, confiesa, con un tono bromista y divertido, Maria. Mientras que, a la par, su hermana asiente para corroborar sus palabras.
Desde muy pequeñas han sido instruidas en un ámbito musical, y poco a poco se han formado como artistas gracias a las lecciones de su familia y de la Escuela de Música de Piera “En la Escuela empezamos a estudiar con unos seis años, y sólo hacemos piano y canto”. Antes de que pueda preguntarle, Ilona añade que ella aprendió a tocar la guitarra de forma autodidacta “Yo empecé con la guitarra hace dos años. Me comencé a aficionar, miraba vídeos de Youtube y aprendí”.
Aunque es un grupo muy joven y con poca experiencia, The Curlies ha grabado un total de nueve singles propios, aún queda mucho por recorrer.“Un CD, aún no. Hemos grabado dos canciones bien hechas con Toni Xuclà , un productor”. De pronto, empieza a sonar el ruido de un balón que choca contra la pared de la plaza. Un niño se divierte jugando a fútbol en la plaza. Su madre, con mirada atenta hacia el pequeño, a veces desvía los ojos hacia nosotras con curiosidad. La pareja de hermanas parece no haberse percatado y prosigue “También nos invitaron a hacer una grabación en un estudio, así como en el nView de Piera, donde hemos grabado 7 piezas”.
Una antigua leyenda popular dice que los hermanos gemelos tienen una conexión que el resto de humanos no tenemos, y que, allá donde vayan, uno siente al otro. “Complicidad, bienestar. Nos sabemos complementar bien. Sabemos reaccionar cuando una se equivoca”. Entre las dos, intentando construir la frase con las palabras adecuadas definen que cuando están juntas y cantan, sienten algo especial. “Siempre estamos cantando. En casa, en la calle, donde sea. Es como una forma para comunicarnos”.
De pronto me doy cuenta de que, realmente, no me están hablando a mí. Yo soy una mera espectadora de un diálogo implícito entre la mirada de las hermanas, que buscan las palabras adecuadas para definir un sentimiento que han conocido desde que tienen memoria.El sonido de la pelota cesa, ahora sólo se percibe el ruido de la cámara al fotografiarnos. Poco a poco la luz ha ido desapareciendo y las temperaturas bajan. Corre un aire frío que hace que, por un momento, nos estremezcamos.
“Complicidad, bienestar. Nos sabemos complementar bien. Sabemos reaccionar cuando una se equivoca”
“El hecho de ser hermanas, al cantar, se nota mucho.” Dicen las dos, casi al unísono, asintiendo con la cabeza y sonriendo. Y, volviendo a un tono seguro y sereno que ha mantenido a lo largo de la conversación, Ilona explica el motivo “Todo es más fácil. Nos gusta prácticamente lo mismo y se nota también en nuestras opiniones. Y facilita mucho las cosas”. La conversación les lleva a explicar qué método siguen para crear una nueva canción y con solemnidad Maria afirma que les cuesta realmente poco.
“Cuesta muy poco hacer una canción. No sólo entre nosotras, también con Jana, a ella se le ocurre una melodía y lo hace increíble. Con el chelo toca realmente bien, la verdad. Tiene mucha facilidad”. Jana está estudiando un grado para acceder a ESMUC, una de las escuelas musicales más prestigiosas del país, y según las hermanas es un pilar fundamental dentro del grupo.
Compromiso, trabajo y un talento innegable ha hecho que The Curlies pasara de ser un grupo de tres chicas de un pueblo de las afueras de Barcelona que cantaban por gusto y pasión a ser conocidas por la gran mayoría de audiencia catalana aficionada a las canciones y los programas de televisión. ¿El secreto? ‘Oh happy day’ de TV3. Y es que nuestras entrevistadas llegaron al cásting final del programa.
Sorprende, de golpe, un secreto revelado “Nosotras no nos presentamos. Nos llamaron un día antes y nos dijeron que, a raíz de nuestros vídeos en Internet, llamamos su atención”. “De un día para otro, teníamos que tener preparadas tres canciones e interpretarlas delante de mucha gente”, espeta Ilona con un tono interesante, mientras sujeta su pelo rizado que se mueve por una ráfaga de viento.
Toma el mando Maria, que nos cuenta como vivieron esos momentos “No nos lo esperábamos para nada así, era todo muy diferente. Todo el mundo con un ego muy grande, cámaras por todos los lados y también jurado. Fue muy chocante”. A medida que van hablando, recuerdan. Se miran y ríen, quizá porque, en ese momento, la inexperiencia de la juventud les jugó una mala pasada.“Desde el primer momento ya sabía que no entraríamos. Pero fue una experiencia muy interesante, a la par que cansada”.“Sobre todo, muchos nervios”.Otra sorpresa. Allá donde miro, humildad. Las gemelas, con los pies en el suelo, contestan a una pregunta ciertamente difícil; si volverían o no a presentarse al programa.
“De un día para otro, teníamos que tener preparadas tres canciones e interpretarlas delante de mucha gente”
“En nuestro formato, yo no me volvería a presentar. Quizá dentro de tres o cuatro años, sí. Pero pienso que necesitaríamos otro tipo de voces. Nosotras no somos un formato que deba entrar en el programa”. Una respuesta más aclara las dudas que florecen en mi cabeza “Necesitan a gente muy activa, cañera y segura, y nosotras no lo somos”.
Quizá, en un cierto tiempo vemos al grupo florecer y triunfar en el mundo de la música. Ahora toca esperar y que las tres jóvenes sigan ensayando y proponiendo nuevos temas. Tal y como dice Maria «Sobre la marcha. Creo que no sería capaz de dejar nunca la música. Es mi pasión y yo seguiré cantando tanto si triunfo como si no».
Serendipia Musical 